viernes, 21 de diciembre de 2007

“En siete años podemos entregar 6 mil megawatts”


Por Darío Zambra / La Nación

Víctor Filichkin, presidente de constructora rusa de plantas nucleares Intermash desmiente a gerente de Colbún

Vino a Chile a intensificar el lobby a favor de su tecnología nuclear. Paseó con su proyecto por oficinas de políticos y grandes mineras. De paso, aprovechó de responderle a Bernardo Larraín, quien dijo que la energía atómica no era una solución para Chile a mediano plazo.

Son astutos los rusos. Cuando en Chile recién comenzaba a vislumbrarse la crisis energética, hace dos años arribaron al país ofreciendo su experiencia en materia nuclear como solución. Y antes de que en el norte chileno empiece a ser evidente la escasez de agua, ahora plantean la posibilidad de desalinizar a bajo costo millones de litros del Pacífico. Todo en un pack "pague uno y lleve dos".

El ofertón es de la compañía rusa Intermash, que trabaja con el gobierno de Vladimir Putin en la puesta en marcha de centrales nucleares alrededor de todo el mundo y que creó una filial en Chile -Corporación Nuclear Eléctrica (CNE)- para realizar lobby a favor de su tecnología. "Todas las gestiones que estamos realizando son para que podamos proveer nuestra tecnología", reconoce Víctor Filichkin, gerente general de Intermash. La semana pasada, Filichkin estuvo en Chile y tuvo una apretada agenda que incluyó reuniones con los senadores de la Comisión de Energía, con ejecutivos de Codelco y Anglo American, e incluso un almuerzo con Leonardo Farkas, el presidente de la minera Santa Bárbara, para potenciar su ofertón.


-¿Qué resultados dieron esos encuentros?


-Se interesaron mucho por la tecnología que tenemos los rusos, sobre todos las mineras. Les llamó la atención el proyecto que estamos desarrollando y se asombraron del avance que tiene. Codelco es importante para nosotros, porque sabemos que de aquí a cinco años necesitarán dos mil megawatts (MW) de energía adicional para echar andar sus proyectos y queremos realizar una operación estratégica con ellos.

-¿En qué etapa está el proyecto?

-Está listo. Lo único que falta es adaptarlo a la normativa chilena. Para eso necesitamos que se autorice la generación de energía nuclear. Cuando eso ocurra, se lo entregaremos a las autoridades, con el respaldo de la Agencia Federal Rusa para la Energía Atómica. Nuestra idea es instalar una planta con un bloque de dos reactores de 325 MW cada uno, ampliable a cuatro bloques. También considera desalinizar agua en grandes cantidades para el norte, con una tecnología barata. Por eso la intención es instalar la planta junto al mar, al sur de Tal Tal.


-Ustedes tienen listo el proyecto, pero el Gobierno aún no autoriza el uso de la energía nuclear.


-Cuando comenzamos a conversar con los chilenos, hace cuatro años, la disposición hacia la energía atómica era negativa; hoy es totalmente distinta. La situación energética del país cada vez se complica más. Creemos que la solución que está buscando Chile se acerca totalmente a la que planteamos. Por eso observamos con mucha satisfacción los distintos pasos que ha dado el Gobierno y, a mi parecer, en un plazo breve, no sé cuándo, se tomarán importantes decisiones.


-Según sus cálculos, ¿cuándo podríamos contar con energía nuclear?


-Todo depende de la voluntad del Gobierno.

-Se lo pregunto porque esta semana, el gerente general de Colbún, Bernardo Larraín, reconoció que la opción nuclear puede dar solución al 90% de los problemas energéticos, pero nunca antes de dos décadas.

-Me parece de una desinformación absoluta opinar que el tema nuclear recién se puede resolver en veinte años. Entiendo que cada uno opina de acuerdo a sus intereses particulares, pero quiero dejar claro que la construcción de una planta demora máximo siete años, plazo que incluye conseguir las autorizaciones y su puesta en marcha. Eso en el peor de los escenarios.

-En Colbún aseguran que en el corto plazo lo más viable es la energía hidroeléctrica. De hecho, junto a Endesa trabajan en un proyecto de casi tres mil MW en la Patagonia.

-De aquí a doce años, Chile necesitará mínimo 12 mil MW. Y en menos de siete años podemos perfectamente dejar funcionado seis mil MW de energía atómica. Los otros seis mil MW se los dejamos a las hidroeléctricas. Ellos están cuidando sus intereses particulares, nosotros cuidamos los nuestros. Tenemos una muy buena opinión de la energía hidráulica, estamos de acuerdo en que es una solución para Chile, pero es parcial. LN




Variada oferta internacional


Mucho antes de que la Comisión Zanelli comenzara a analizar las posibilidades de la energía nuclear en Chile, los países con más experiencia en la materia iniciaron el lobby para promover su tecnología. Desde que el grupo entregó -a mediados de noviembre- su informe final, abriendo la puerta a la opción atómica, la actividad comercial se ha intensificado. Los rusos, a través de Intermash, a fines de octubre invitaron a tres senadores de la Comisión de Energía a conocer la planta de Balakova: Ricardo Núñez (PS), Baldo Prokurica (RN) y Jaime Orpis (UDI). En marzo, será el turno de los diputados de la comisión del área, entre ellos el socialista Francisco Encina. A los rusos, le pisan los talones los franceses, quienes también han mostrado in situ las bondades de su tecnología nuclear al presidente del PPD, Sergio Bitar, al senador PS Ricardo Núñez y al presidente de la comisión asesora presidencial sobre energía nuclear, Jorge Zanelli. El Gobierno ya comprometió los recursos para continuar los estudios el próximo año y se espera la ofensiva de expertos de Estados Unidos, Canadá y Japón. Según se prevé, la pelea entre estos países por vender su tecnología será intensa; después de todo, no son pocos los millones que están en juego.



La ofensiva de la energía nuclear


Hace dos años que los rusos están en Chile promoviendo la energía nuclear, pero después de la entrega del informe de la Comisión Zanelli, que abrió la puerta a esta alternativa entre las soluciones posibles a la crisis energética, han intensificado su trabajo. Durante toda la semana pasada el presidente de la principal empresa público privada de Rusia en construcción de centrales nucleares estuvo en Chile. Departió con políticos de todas las tendencias y mantuvo reuniones clave con ejecutivos del área minera. El objetivo, un ofertón de Navidad: una planta que genere la mitad de la nueva demanda esperada en siete años más y una planta para desalinizar agua de mar a bajo costo. En entrevista exclusiva con La Nación, Filichkin le contesta al gerente general de Colbún, Bernardo Larraín, quien sostuvo en Enade 2007 que la energía nuclear no es viable a mediano plazo. De pasada, le propone un trato a las hidroeléctricas: que se repartan en mitades el mercado de 12.000 MW de potencia instalada que Chile necesitará en los próximos años. Coincidencia o no, esta semana se espera que asuma su cargo el nuevo embajador de EEUU en Chile, Paul Simons, un experto en energía nuclear. El país de Bush es otro de los grandes interesados en la diversificar la matriz energética no sólo de Chile, sino en el planeta.


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