martes, 27 de noviembre de 2007

La billetera de los verdes


Los magnates que financian la campaña Patagonia sin Represas.
Por Carla Alonso y Darío Zambra / La Nación
28 de Octubre del 2007

Adoran lanzarse en balsa por el río Futaleufú y pescar en el Baker. Recorren el planeta buscando mecenas para oponerse a megaproyectos que atentan contra el medio ambiente. Aaron Sanger, Jacob Scherr, Robert Kennedy Jr., Alan y Donald Weeden y Douglas Tompkins, entre otros, son artífices de una batalla de millones de dólares.


El dinero que necesitemos para ganar esta batalla, lo tendremos", asegura Aaron Sanger, el abogado que la ONG International Rivers Network (IRN) fichó para liderar su cruzada en contra de las centrales de HidroAysén. "Tenemos suficientes fondos para meternos en esto y muchas fundaciones ya se comprometieron para poner lo que se necesite", enfatiza Sanger, el mismo activista que en 2003 organizó un boicot contra la madera chilena y obligó a los grupos Matte y Angelini a firmar un acuerdo para proteger el bosque nativo.

Las palabras de Sanger no son una bravuconada. Cuando las 35 organizaciones que integran el Consejo de Defensa de la Patagonia (CDP) decidieron editar un libro sobre la campaña, IRN no dudó en aportar los 50 mil dólares que permitieron imprimir tres mil ejemplares en formato de lujo y con fotografías a todo color.

Es la misma prosperidad, inédita para el ambientalismo criollo, que se notó en el lanzamiento de aquel libro, "Patagonia chilena sin represas", que se realizó el 4 de octubre en el Castillo Hidalgo del cerro Santa Lucía. "Había hartos gringos y europeos que no conocíamos, pero escuchamos a un español que, mientras bebía vino tinto, decía: ¡Hombre, disfrutemos todo esto, que nosotros lo pagamos! . Ahí nos dimos cuenta que eran los hombres del billete", cuenta uno de los asistentes al evento.

Varios de aquellos desconocidos son los financistas de la millonaria cruzada para impedir que Endesa y el grupo Matte construyan cinco megacentrales hidroeléctricas en las cuencas de los ríos Pascua y Baker, en Aysén. Son ejecutivos y activistas de las ONG conservacionistas más poderosas de EEUU, o derechamente los millonarios que sostienen financieramente las causas ambientalistas, como Douglas Tompkins, Alan Weeden o Alan Horne.

MILLONES VERDES

Una de las entidades más importantes comprometidas en la campaña es el poderoso Natural Resources Defense Council (NRDC), que suma más de 1,2 millones de miembros y activistas en Internet, y que tiene como abogado a Robert Kennedy.

La entidad maneja un presupuesto anual de 60 millones de dólares y tiene en su directorio a empresarios como Robert J. Fisher, presidente de GAP; Peter Morton, fundador y presidente de la cadena Hard Rock, y Alan Horne, presidente de Warner Bros. y quien instituyó el uso de aceite reciclado en todos los autos y camiones que se utilizan en su imperio mediático.

La ONG se financia principalmente con las cuotas que pagan sus miembros, y también recibe donaciones de parte de más de 200 instituciones y personas naturales, que aportan sumas que van desde los 25 mil a más de 100 mil dólares anuales: en la lista de 2006, por ejemplo, aparecen los actores Paul Newman y Nicolas Cage, y la fundación de Ted Turner. Jacob Scherr, director del Programa Internacional del NRDC, señala que la entidad ha establecido mecanismos para asegurar que dichos fondos provengan de personas o entidades que comparten sus principios. "Tenemos un cierto número de individuos reconocidos que son miembros de nuestra organización, como Robert Redford, James Taylor y Di Caprio, que han demostrado durante su vida un compromiso personal con los asuntos del medio ambiente", afirma.

Scherr adelanta que su organización ha programado para 2008 dos viajes a la Patagonia, el primero en compañía de un grupo de ejecutivos y empresarios afines denominado Environmental Entrepreneurs (Empresarios Ambientalistas o E2, por sus siglas en inglés), que busca difundir entre sus pares chilenos la idea de que una empresa ecológica puede ser efectiva y exitosa. En otra visita, en marzo, se sumarían rostros como Bobby Kennedy o el mismo Di Caprio.

"Estamos muy interesados en atraer a líderes empresariales, no sólo para hablar sobre energías alternativas, sino para que nos ayuden a hacer un análisis independiente de las alternativas energéticas para el futuro de Chile", cuenta Scherr, y añade que su organización está impulsando un estudio, junto a expertos de la industria, el Gobierno y las ONG, que será encabezado por investigadores de la Universidad de Chile. "Nuestros miembros y activistas han enviado más de 23 mil correos a líderes chilenos, como Bernardo Matte, Rodrigo Iglesias, Mario Valcarce y Marcelo Tokman, pidiéndoles que se sumen a este proceso", explica.

SANGER, EL TEMIDO

Hasta hace pocos meses, Aaron Sanger era uno de los principales dolores de cabeza para las dos grandes forestales chilenas, Arauco y la Papelera. Como director de Forest Ethics, el abogado hizo un fuerte lobby ante los compradores estadounidenses de madera chilena entre ellos, la gigantesca Home Depot para obligar a los grupos Angelini y Matte a firmar un acuerdo para proteger el bosque nativo, lo que finalmente consiguió.

Durante esas negociaciones conoció a Eliodoro Matte, presidente de la Papelera y uno de los dueños de Colbún. Cuando se cambió de trabajo, Sanger informó de su decisión al presidente del CEP y le dijo que volverían a estar en veredas contrarias, ahora por los ríos de la Patagonia.

El abogado adelanta que, tal como en 2003, su estrategia contra HidroAysén se centrará en los mercados internacionales de los grupos Matte y Angelini, también accionista de Colbún. "La economía chilena depende mucho de su imagen en el exterior, y creemos la imagen de HidroAysén será asociada con una política energética primitiva y con la imagen de la degradación de la Patagonia, que es un símbolo de naturaleza bastante conocido en el mundo", afirma.

En IRN advierten también que el dinero no será una traba para conseguirlo. Basta con un llamado a fundaciones tan poderosas como Ford, Steward Mott, Tides, Wallace Global o Weeden, como lo han hecho para conseguir los miles de dólares que les han convertido en uno de los principales financistas de Patagonia sin Represas.

DE CONNECTICUT A FUTALEUFÚ

Hace 30 años, y después de amasar una envidiable fortuna en Wall Street, Frank Weeden decidió destinar parte de la misma a crear un organismo que protegiera la biodiversidad. Hoy, la Weeden Foundation está a cargo de los cuatro hijos de su iniciador, pero es uno de ellos, Alan, el que más se ha comprometido con la conservación de la Patagonia chilena.

"Hace tres décadas realizamos nuestro primer viaje a ese lugar", cuenta Donald, hijo de Alan y director ejecutivo de la fundación. "Con mi padre hicimos kayak en el mar desde Puerto Natales hacia el oeste por casi un mes. Desde entonces visitamos la región cada año. Nosotros incluso realizamos el primer descenso por el río Baker, desde Cochrane a Puerto Edén".

Todos los Weeden son fanáticos del descenso en kayak, aunque Donald es el más entusiasta ("Fue uno de los pioneros en bajar el Biobío en los 80, antes de que se construyera la central Pangue", señala uno de sus cercanos) y Alan prefiere la pesca con mosca. Gustitos que se dan en marzo de cada año, cuando termina el verano en Connecticut y Nueva York, y se refugian en la propiedad que tienen en la confluencia de los ríos Futaleufú y Espolón. "Es una cabañita de placer, en un terreno de más de cien hectáreas", agrega la misma fuente.

Sólo este año, los Weeden han entregado 40 mil dólares a Ecosistemas, 15 mil a la Fiscalía del Medio Ambiente, 20 mil a IRN y otros 20 mil a Conservación Patagónica, la fundación de Tompkins. "Douglas es muy amigo de la familia y se reúne todos los años con Alan y Donald, ya sea en Pumalín o en Nueva York", cuenta un cercano.

Además del fondo que dejó su creador, la Weeden Foundation obtiene recursos de otros magnates. Para ello, nada más efectivo que los fotomontajes de la campaña, en los que aparecen los valles inundados y la Patagonia atravesada por torres enormes alta tensión. "No es necesario electrocutar la Patagonia. Existen otras alternativas. Es un lugar muy precioso como para destruirlo", afirma Donald.

TOMPKINS, DE SALIDA

¿Cuánta plata pone Douglas Tompkins, señalado por muchos como el gran filántropo del ambientalismo chileno? Mucha, pero cada vez menos. Si hasta hace pocos meses el dueño de Pumalín era el principal financista de las ONG anti represas, a través de sus fundaciones The Conservation Land Trust y Conservación Patagónica, su estrategia financiera cambió.

"Él está bajando su participación, porque no quiere que su presencia siga causando problemas a la campaña y está consciente de que es más fácil atacar la posición de Patagonia sin Represas si él sigue siendo el principal financista", sostiene un directivo del CDP.

Tompkins, en cambio, se comprometió a conseguir nuevos financistas, como lo hizo con los Weeden. "Son principalmente gringos, pero también ha contactado a alemanes, belgas y holandeses, que vamos a conocer en los próximos meses", adelanta la misma fuente.

Los ambientalistas saben también que otro flanco débil de la campaña es la participación de Víctor Hugo Puchi, dueño de la salmonera Aquachile, una industria cuestionada por algunas de sus prácticas ambientales y laborales. El empresario posee tierras y financia, pero al interior del CDP desestiman su trascendencia. "Habla harto, pero a la hora de financiar es poco lo que hace", asegura uno de ellos.

Blanquear el origen de su financiamiento, de todos modos, no es algo que quite el sueño a los ambientalistas, que saben que siempre habrá una rendija para cuestionar a quienes ponen el dinero. Como dice uno de ellos, "al final, all money is dirty money [todo el dinero es dinero sucio]".


MATTE VS. SCHERR


Cuando la poderosa Natural Resources Defense Council (NRDC) se unió a la campaña contra las represas de Aysén, el consorcio que forman Endesa y Colbún intentó bajarle el perfil a este nuevo adversario. “Es bastante poco conocida, una organización americana como muchas otras”, dijo, en febrero de este año, el presidente de HydroAysén, Bernardo Matte. Pero por la boca muere el pez: dos meses después, Matte estaba en Nueva York, sentado frente a Jacob Scherr –responsable internacional de la ONG– explicándole los detalles del proyecto.

El propio Scherr confirmó la cita y explicó que Matte ha sido su principal contacto con los gestores de las centrales. “Hace poco tuvimos el placer de recibirlo en nuestra sede de Nueva York para hablar sobre NRDC, Colbún y HydroAysén”, señala.

Este diálogo ha sido cordial, pero no exento de tensiones. Una de ellas se produjo a causa de una reciente entrevista de Matte a la revista “Qué Pasa”, en la que señalaba que sus oficinas estaban iluminadas con hidroelectricidad y acusaba una “contradicción” de la ONG estadounidense.

“Su afirmación no es correcta. Si nos hubiera preguntado le habría respondido que toda nuestra electricidad viene de energía eólica”, responde Scherr, quien envió a Matte una carta explicándole cómo el estado de Nueva York, con apoyo de su organización, se ha convertido en líder en el uso de energías renovables no convencionales. “La falta de fundamento de Matte para criticar a NRDC es igual que la falta de fundamento de su opción por HidroAysén, sin una evaluación previa del potencial de eficiencia y diversificación de la matriz eléctrica chilena con energías renovables no convencionales”, señala la misiva.

Bernardo Matte, sin embargo, comentó a LND que su relación con los ejecutivos de NRDC sigue siendo “buena”, y afirmó que el grupo está “bastante tranquilo” frente a la creciente internacionalización de la campaña en contra de las represas.

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